El libro de los Proverbios, del A. Testamento, ha sido acertadamente
calificado como una Antología de Aforismos Hebreos.
Los proverbios, propiamente dichos, son
declaraciones breves y enérgicas mediante las cuales se expresa en forma
memorable algún consejo sabio, lección moral o experiencia sugestiva. A causa
de su agudeza y su forma y fuerza sentenciosa, frecuentemente se les denomina
gnómicos, aunque en castellano quizá diríamos, aforismos.
El hombre halla en el mundo externo analogías a su propia experiencia,
las que le ayudan a generalizar y a formular lo que ha observado. Un simple
hecho sorprendente o humorístico se
fija en la mente como el tipo al que deben referirse o responder todos
los hechos análogos, como cuando se usó el proverbio "¿También Saúl entre
los Profetas?"
Para la mayor parte de los proverbios
no existe registro de nacimiento. Nadie conoce a su autor. Hallan aceptación,
no porque descansan sobre la autoridad de nombres ilustres sino a causa de su
verdad inherente o apariencia de verdad.
Los proverbios bíblicos no están
limitados al libro que lleva ese título. El libro del Eclesiastés contiene
muchos aforismos. También aparecen proverbios en casi cada parte de las
Escrituras, y dada la definición y origen de los proverbios que hemos dado más
arriba, fácilmente se notará que frecuentemente se requerirá gran cuidado y
discernimiento para su correcta exposición. En tales exposiciones han de hallarse
de utilidad y valor práctico las observaciones que daremos a continuación.
1.Como los proverbios pueden consistir en símil, metáfora, parábola o
alegoría, el intérprete, ante todo, debe determinar a cuál de esta clase de
figuras pertenece el proverbio si es que pertenece a alguna de ellas. Ya hemos
visto que Prov. 5:15-18 es una alegoría. En Prov. 1:20; 8:1 y 9:1, se
personifican a la sabiduría. Ecles. 9:1318, es una combinación de parábola y
proverbio, sirviendo la parábola para ilustrar el proverbio. Algunos símiles
proverbiales tienen la naturaleza de esos acertijos en cuya solución hay un
doble sentido, lo que nos obliga a dete- nernos y reflexionar, antes de poder
dar con el punto de comparación. Lo mismo pasa con algunas expresiones
proverbiales en las cuales no se establece formalmente la comparación sino que
queda implicada. Así leemos en Prov. 26:8, "Como quien liga la piedra en
la honda, as! hace el que al necio da honra". Aquí tenemos una comparación
formal cuyo significado no salta a la vista en el primer momento, aunque muy
pronto la reflexión nos enseña que el atar la piedra a la honda es una
insensatez.
Habiendo tal variedad en la naturaleza y estilo de los proverbios es
natural que el intérprete tenga que ser capaz de determinar el carácter exacto
de cada pasaje proverbial que intente explicar.
2.También se requiere gran sagacidad crítica y práctica, tanta para
determinar el carácter de un proverbio como para entender su objeto y su
tendencia. Muchos proverbios son declaraciones literales de hechos, resultado
de la observación y la experiencia, como por ej. "Aun el niño es conocido
por sus hechos, si su obra es limpia y recta". ( Prov. 20:11). Muchos son
simples preceptos y máximas, exhortando a la vida virtuosa o amonestaciones
contra el pecado que cualquiera puede entender, como por ej. "Fíate de
Jehová de todo tu corazón y no fíes en tu prudencia" ( Prov. 3: 5);
"No entres por la vereda de los impíos ni vayas par el camino de los
malos" (Prov. 4:14>, pero hay otros que parecen desafiar toda
ingenuidad y agudeza críticas. Debe admitirse que entre tantos proverbios que
se han conservado en las Escrituras,,varios de los cuales indudablemente tenían
la intención de desconcertar al lector, hay probablemente algunos que ahora
solamente pueden explicarse con conjeturas.
3.Donde quiera que el contexto preste alguna ayuda a la exposición de un
proverbio debe prestársela gran atención, y debe notarse que en el libro de los
Proverbios, como en el resto de las Escrituras, el contexto inmediato en muy gran
parte es una guía muy segura al significado de cada pasaje en particular.
También los paralelismos poéticos en qué está escrito este libro ayuda mucho a
la exposición.
Especialmente los paralelismos sinónimos y los antitéticos se adaptan
por medio de las analogías y contrastes que suministran, a sugerir sus propios
significados. Así, en Prov. 11:25: "El alma liberal será engordada y el
que saciare será saciado". Aquí, el segundo miembro del paralelismo es una
ilustración del sentimiento del primero.
En el paralelismo antitético de Prov.
12:24, cada miembro es metafórico y el sentido de cada uno se aclara por el
contraste: "La mano del diligente se enseñoreará mas la negligencia será
tributaria".
REVISADO POR EL MAESTRO CARLOS HERNÁNDEZ CRUZ 10-ABRIL-2018
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Los proverbios son una declaración breve de un consejo sabio, lección moral o experiencia. Se dice que son una antología de aforismos, donde una declaración pretende enseñar un principio, en este caso un principio conforme a los estatus de Dios. Es una forma diferente de enseñar. Los sabios revelaban verdades de vida a través de proverbios. Y hoy en dia nosotros leemos la palabra para adquirir esta sabiduría siguiendo el consejo que nos dan los proverbios como principio de temer a nuestro Creador, detenidos no hacer algo que no le de honra.
ResponderEliminarLos proverbios como se sabe, contienen gran sabiduría. Se entienden como declaraciones breves y enérgicas que expresan algún consejo, lección o experiencia sugestiva. Es importante poderlo interpretarlos correctamente para que estos puedan surtir en la vida del creyente un significado importante, que le permitan adquirir precisamente la sabiduría que tanto necesitamos. Se recomienda que se identifique el tipo de figura para que sea mas fácil su interpretación. Así como tener desarrollados las cualidades de un hermenéutico.
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